Estoy en la chamba, tengo curso y no quiero ir. Es un tanto cansado trabajar. Extraño aquellos tiempos cuando despertaba tarde, llegaban a visitarme, veiamos Gilmore Girls, y simplemente la mañana pasaba. Extraño esos tiempos, y pensar que fue apenas un año atrás.
Hoy ya no estoy en la escuela. Soy un supuesto ingeniero. Hoy sé menos de mi vida y de lo que quiero hacer con ella que cuando tenía 17 años. Tengo un anillo en un dedo de mi mano izquierda, pareciera que estoy casado o algo parecido. No tengo ganas de estar aquí, no sé qué quiero de mi vida, simplemente quiero ser feliz, se escucha tan sencillo, tal parece que es mucho más difícil de lo que habría pensado alguna vez. Tengo 23 años y me siento extraño.
Había una vez, hace muchos años un muchachillo que creía en dios, que pensaba en el sexo hasta casarse, que no consumía alcohol, ni fumaba, ni fumaba. Había una vez un muchacho que tenía ganas de vivir, que tenía muchos sueños. Había un vez un muchacho al que no le dolía el corazón y que era feliz con lo que tenía. Había una vez un muchacho...y hoy, estoy sentado aquí esperando...por si acaso lo veo pasar.
Hoy ya no estoy en la escuela. Soy un supuesto ingeniero. Hoy sé menos de mi vida y de lo que quiero hacer con ella que cuando tenía 17 años. Tengo un anillo en un dedo de mi mano izquierda, pareciera que estoy casado o algo parecido. No tengo ganas de estar aquí, no sé qué quiero de mi vida, simplemente quiero ser feliz, se escucha tan sencillo, tal parece que es mucho más difícil de lo que habría pensado alguna vez. Tengo 23 años y me siento extraño.
Había una vez, hace muchos años un muchachillo que creía en dios, que pensaba en el sexo hasta casarse, que no consumía alcohol, ni fumaba, ni fumaba. Había una vez un muchacho que tenía ganas de vivir, que tenía muchos sueños. Había un vez un muchacho al que no le dolía el corazón y que era feliz con lo que tenía. Había una vez un muchacho...y hoy, estoy sentado aquí esperando...por si acaso lo veo pasar.