0835 Se levantó de su cama. Hacía veinte minutos que estaba despierto, y cinco que habìa sonado el despertador por primera vez. Pensó en quizá quedarse acostado y ver qué pasaba, pero no lo hizo. Prendío la televisión para luego ignorarla al buscar la ropa suficiente para dos días. Después de acomodar de manera descuidada su maleta de viaje empezó a dar vueltas como buscando, y es que algo hacía falta. Tardó unos momentos para darse cuenta qué era lo que causaba esa sensación de vacio, ella. La había visto veintitres horas antes, pero sólo durante dos minutos. Ahora daba vueltas alrededor del cuarto, con ganas de verla pero no sabía si quedarse para verla o irse. Tomó el teléfono celular que estaba sobre la televisión y marcó, nunca contestó. Debe de estar en clase, se dijo a si mismo. Y sin pensarlo, salió del departamento.
Le hizo la señal de parada a un taxi. Dio los buenos días y subió al taxi, "a la central por favor". Sacó el celular del bolsillo derecho del pantalón, encontró un mensaje de texto que versaba: "Hola [...] Cómo dormiste? Acabo de ver tu llamada pero estoy en clase! Qué pasó? Saliendo puedo ir [...] contigo?" Después de leer el mensaje y aunque se encontraba en el taxi volvió a preguntarse si se quedaba para irse más tarde. No hubo respuesta. Veinte minutos más tarde llegó a la central. Bajó del taxi, entró al edificio y se encaminó a comprar el boleto de autobus que lo llevaría a su destino. Dio unos pasos, paró y la pregunta vino de nuevo.
[...]
Le hizo la señal de parada a un taxi. Dio los buenos días y subió al taxi, "a la central por favor". Sacó el celular del bolsillo derecho del pantalón, encontró un mensaje de texto que versaba: "Hola [...] Cómo dormiste? Acabo de ver tu llamada pero estoy en clase! Qué pasó? Saliendo puedo ir [...] contigo?" Después de leer el mensaje y aunque se encontraba en el taxi volvió a preguntarse si se quedaba para irse más tarde. No hubo respuesta. Veinte minutos más tarde llegó a la central. Bajó del taxi, entró al edificio y se encaminó a comprar el boleto de autobus que lo llevaría a su destino. Dio unos pasos, paró y la pregunta vino de nuevo.
[...]
2 comments:
Por qué no te quedaste?
Eso mismo me pregunto yo. A veces me desoriento.... a veces me desorientas.
Días como hoy, o como los de la semana pasada me dicen que si quiero estar chido... no piense en nada y sólo reciba lo que diosito quiera darme.
xxx
Post a Comment